Cada vez más negocios e instituciones agregan el yoga para niños a sus ofertas de entrenamiento. Descubre cómo convertir tu pasión por el yoga en un negocio rentable
Tabla de Contenidos:
¿Cómo enseñar el yoga a los niños?
¿Siempre te ha gustado el yoga a niños, pero no sabes por dónde empezar?
¿Lo has intentado algunas veces y salió bien pero no genial?
¿Terminaste tu formación como profesor de adultos, pero realmente solo quieres pasar el rato con los niños?
¿Tienes un niño en casa que realmente podría beneficiarse de las prácticas de relajación del yoga?
¿Eres profesora de yoga y estás pensando en crear tu propio estudio de yoga desde 0?
Si te has hecho alguna de estas preguntas, este artículo es para ti.
Enseñar yoga a los niños no es fácil, pero ten por seguro, que es divertido y muy beneficioso para los niños, y el entorno familiar que los rodea.
Por eso, en el artículo de hoy, te llevarás unos valiosos consejos para enseñar el yoga para niños, y convertir esa pasión en una empresa exitosa.
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Más que un juego: Yoga para niños
La última tendencia muestra que el yoga se está volviendo cada vez más popular entre los niños de todas las edades.
Esto sucede por una simple razón. Se ha demostrado que el yoga y la atención plena mejoran la salud física y mental de los niños en edad escolar (de 6 a 12 años). El yoga mejora el equilibrio, la fuerza, la resistencia y la capacidad aeróbica en los niños. El yoga y la atención plena también ofrecen beneficios psicológicos para los niños. Un creciente cuerpo de investigación ya ha demostrado que el yoga puede mejorar la concentración, la memoria, la autoestima, el rendimiento académico y el comportamiento en el aula, e incluso puede reducir la ansiedad y el estrés en los niños.
Los estudios de investigación también sugieren que el yoga puede ayudar a los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) al mejorar los síntomas centrales del TDAH, incluida la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad.
También puede mejorar el rendimiento escolar en niños con TDAH. Un número creciente de escuelas ahora integran el yoga y la atención plena en los programas de educación física o en los planes de estudios de las aulas, y muchos estudios de yoga ofrecen clases para niños en edad escolar. Además, el yoga también puede ser divertido e interactivo para padres e hijos en casa.
Por último, los especialistas señalan que los efectos del yoga van más allá de la aptitud física, posibilitando que los niños desarrollen confianza y conciencia más allá del salón de clases. A través del yoga, los niños comienzan a darse cuenta de que son fuertes y luego pueden llevar esa fuerza, confianza, aceptación y compasión al mundo.
Consejos para enseñar yoga a los niños
Ya sea que estés pensando poner tu propio estudio de yoga para niños, o que te guste practicarlo en casa con tus hijos, pero no sepas por dónde empezar, estos consejos te serán de gran utilidad para dar el puntapié inicial en este maravilloso mundo. ¡Vamos a verlos!
Establecer reglas básicas
No importa dónde te encuentres, en el salón de clases o en la sala de estar, en el estudio o en el gimnasio, los niños necesitan reglas básicas. A los niños les va mejor y se sienten más cómodos cuando conocen los límites.
Estas son algunas reglas simples que puedes usar en tu salón de clases, ya sea que sean presenciales o clases online:
Quédate en tu tapete
Mantén tu tapete en el piso
Respetar al orador
Cuídate
Sé amable contigo mismo y con los demás
Disfruta de su compañía
Ser capaz de conectar con tus alumnos es un requisito clave para un buen profesor de yoga. Se aplica tanto cuando enseñas a niños pequeños, y solo puedes construir una verdadera conexión si te gusta estar cerca de ellos. Enseñar a los niños requiere una mentalidad y un nivel de paciencia diferentes a los de enseñar a los adultos, y suele ser más fácil para las personas a las que les encanta pasar tiempo con los niños.
Despierta a tu niño interior
Cuando se enseña a niños pequeños, es importante no tomarse a uno mismo demasiado en serio. Los niños aprenden a través del juego, y no puedes enseñarles a jugar sin practicar lo que predicas. Esto les permitirá relacionarse rápidamente contigo y confiar en ti.
Contar una historia
Si bien es cierto que los niños son de mente abierta y receptivos, a menudo tienen poca capacidad de atención. Para mantenerlos comprometidos, debe darles algo que esperar. Una historia hace exactamente eso: anima a los niños a participar de forma activa y entusiasta, y también despierta su imaginación.
Cuando esté planeando una sesión de yoga para niños, intenta concentrarte en una secuencia de asanas que cuente una historia. Algunas poses se prestan naturalmente a la narración de historias (como la Postura del árbol: «imagina alcanzar el sol, tus raíces crecen profundamente en el suelo» o la Postura del león: «escucha el poderoso rugido con cada exhalación») y para otras… necesita ser creativo. Recuerda, con el propósito de contar una historia, incluso puede dar nuevos nombres a las asanas con los que los niños puedan relacionarse.
Ten siempre un plan B
Cuando esté enseñando a adultos, puede preparar tu clase centrándote en un tema en particular. La planificación de sesiones es una gran herramienta que te ayudará a avanzar como profesor. Esto también es cierto para la planificación de clases de yoga para niños, pero requiere un enfoque ligeramente diferente.
Cuando los niños están involucrados, las cosas están sujetas a cambios. Y a veces, cambian muy rápido, obligándote a improvisar. Eso no quiere decir que tengas que abandonar por completo tu plan de sesión, pero podría significar que tienes que tomar un desvío. En resumen, ¡prepárate para improvisar!
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Honra los principios del yoga
Convertir una sesión de yoga para niños en un juego divertido es una estrategia fantástica. Sin embargo, también es importante educar a los pequeños alumnos sobre los principios básicos de esta práctica. Tómate el tiempo para hablar con los niños sobre la historia del yoga, las razones por las que lo practicamos y las cosas que tratamos de lograr a través del yoga.
Y por hablar queremos decir exactamente eso. En lugar de simplemente darles información, ten una discusión y anima a los niños a hacer preguntas (¡prepárate para algunas preguntas extrañas también!). Según el grupo de edad, es posible que pueda entrar en más detalles o dedicar más de la lección a esta discusión. No necesariamente tienes que hacer esto en cada sesión. Mientras lo hagas con regularidad, tus alumnos deben tener una idea sólida de lo que se trata el yoga.
Enséñales a reducir la velocidad
Como profesora de yoga para niños, no solo les estás enseñando a moverse, también les estás enseñando a abrazar la quietud. Al comienzo de cada lección, tomate unos minutos para concentrarse en la respiración. Puedes enmarcarlo como una discusión o incluso como un juego. Deja que los niños imaginen que su vientre es un globo a medida que se expande, o dirija su atención hacia el sonido de su respiración.
Comenzar y terminar cada clase con elementos definidos como trabajo de respiración y relajación ayudará a crear una rutina sostenible, brindará a los niños una sensación de familiaridad y les enseñará a reducir la velocidad. Pase lo que pase, nunca te saltes la relajación final, incluso si los niños están un poco inquietos. Antes de que te des cuenta, Savasana se convertirá en su parte favorita de la clase.
Sigue libremente la estructura de una secuencia de yoga tradicional
Es una buena idea estructurar tu clase con un formato de «colina» en términos de uso de energía. Comienza despacio, aumenta hasta un punto máximo y luego vuelve a bajar a niveles más tranquilos.
Algunas clases pueden necesitar una actividad de mayor energía de inmediato, dependiendo de la hora del día en que los vea o de lo que estaban haciendo antes de la clase.
Usa una secuencia de yoga para ayudarlos a entrar en calor y usar la energía de inmediato, generalmente en los primeros minutos. Este mini aumento de movimiento debería ayudar a equilibrar la energía de todos los niños, sin importar cómo se sientan.
El negocio del yoga para niños
Enseñar Yoga para niños es una actividad apasionante, llena de oportunidades y excitantes desafíos. Ahora bien, es clave que tengas esto en claro. Una cosa es ser instructora de yoga, y otra muy distinta es saber dirigir un estudio. Es decir, ser una empresaria del yoga. Si bien, muchos llegan a confundir esos dos roles, no son lo mismo.
Poseer espíritu empresarial no es tarea fácil, ser una empresaria tampoco. Requiere trabajo y dedicación. Además, exige que te adaptes constantemente a un mercado en constante cambio.
Pero tranquila, esto no debería asustarte. Todo lo contrario, debe ayudarte a mantenerte preparada. ¿Y cómo te preparas para dirigir un negocio de yoga para niños?
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