De yogui a profesora de yoga: cómo ponerle precio a tu trabajo cuando recién comienzas

Saber negociar el precio es clave para cualquier profesor de yoga independiente, con experiencia o sin ella

«Cuando lo haces por dinero, ya no es divertido». Pasar de yogui a profesor de yoga puede ser un cambio difícil en varios sentidos, uno de ellos es el dinero. Especialmente en una práctica que algunas culturas pueden considerar un servicio tanto espiritual como físico, analizar cómo valoras tu trabajo como profesor de yoga puede hacerte sentir extraño o incluso un poco culpable.

 

Pero ya seas un yogui nuevo o experimentado, siempre valdrá la pena evaluar y reevaluar el aspecto financiero de tu enseñanza de yoga. Al enfrentar las preguntas y los límites que rodean las finanzas, tu conexión personal y tu sentido de diversión pueden florecer, una lección que se aprende a través de la experiencia.

 

Les pasó a otros… pudo (o puede) pasarte a ti también

 

Estudias y postulas a gimnasios, estudios y plataformas privadas. Unos meses más tarde, enseñas regularmente con un horario completo de clases diversas, tanto en ubicación como en demografía. Pero si bien la aceleración de tu puesto de profesora de Yoga es emocionante, no pasa mucho tiempo hasta que comienzan a aparecer las grietas. Con las horas que pasabas viajando entre clientes, los cambios rápidos de diferentes espacios y datos demográficos, comienzas a caer en la cama exhausta y todavía sin poder pagar el alquiler sin tomar algunos turnos en la cafetería.

 

¡Algo necesita cambiar!

 

¡Ya no puedes ignorar las presiones financieras que amenazan con alcanzar niveles peligrosos de ansiedad, que potencialmente pueden extinguir por completo tu relación con el yoga! Es hora de disminuir el dramatismo y plantear esas preguntas honestas sin juzgar. El equilibrio está entre 3 cosas; tu práctica personal, tu pasión por la enseñanza del yoga y el factor realista del dinero.

 

Al enfrentar esta tríada de frente y tomarte el tiempo para verla desde algunas perspectivas, puedes revitalizar tu práctica con el beneficio de retornos financieros mayores y más inteligentes. Si bien cada maestro es diferente, hay algunos recordatorios útiles en los que pensar cuando se trata de negociar dinero. ¡Veámoslos!

Tabla de contenidos

Establecer límites razonables

Si bien los nuevos profesores entusiastas, aprovechan rápidamente cada oportunidad y cliente potencial, trazar un mapa de tus valores como profesor y empresario es beneficioso para ayudarle a mantener tus expectativas prácticas y en el camino deseado. Hacer una lista de límites negociables y no negociables es una manera fácil de comenzar. Especialmente al empezar, algunos elementos no negociables pueden ser:

 

Solo imparto una clase gratuita al mes (o ninguna clase gratuita)

Gastos de transporte incluidos en las facturas de los clientes privados.

Tarifa de clase mínima

 

Algunos negociables pueden ser:

 

Descuentos por referencias para conexiones yoguis.

Tarifas de clases de donación

Descuentos de fidelidad

 

Si bien estas expectativas pueden cambiar con la experiencia, hacerse responsable de tus propios límites ayudará a que la tarea sea más manejable cuando comiences a generar más negocios.

Sé claro, honesto y específico.

En otras palabras: conoce lo que quieres y parte de ahí. Entablar negociaciones monetarias con expectativas y ofertas claras proporciona un excelente punto de partida y establece una actitud profesional. Además, un sitio web, un folleto físico, o un buen marketing yoga, puede ser una referencia para los clientes y darles una idea antes de seguir hablando.

 

Continúa una relación honesta proponiendo un período de prueba o programando una conversación de check-in si es necesario cambiar las tarifas.

 

Ser claro con las tarifas no tiene por qué significar ser insistente o terco. La forma en que te comuniques (y escuches activamente) marcará el tono de cómo manejarás los asuntos de dinero en el futuro, ya sean no negociables o abiertos a discusión. Siéntete libre de establecer límites sobre cuándo y cómo hablar sobre finanzas. Sugiere momentos y formas alternativas de hablar sobre finanzas fuera de tu espacio de enseñanza para mantener alejada la ansiedad financiera.

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Considera todas las cosas

Existen más formas de fijar precios que marcar números. Factores como el tiempo dedicado a viajar y planificar son válidos, pero también lo son los factores de gasto energético y emocional, aunque no sean cuantificables. Siéntete capacitado para encontrar el equilibrio entre la calculadora y tu propia intuición interna, sabiendo que, si te sientes bien con lo que ofreces, tu enseñanza atraerá a yoguis que se ajusten a tu estilo en más de una forma. Y si cobrar más por una clase desafiante obliga a las personas a optar por otras opciones, su reacción visceral puede ser un buen indicador de si es algo que se debe reevaluar.

Organizar

Una elección si eres un profesional independiente con experiencia, pero NO si eres un profesor de yogas que recién comienzan. Prepárate para el éxito al tener un método para mantenerte al día con los gastos y los ingresos. Será más fácil navegar en las conversaciones financieras cuando tengas los hechos y la comprensión de tu situación.

 

Si ser organizado no es tu fuerte, ¡busca ayuda! Plataformas digitales o software para yoga como CrossHero pueden facilitar enormemente los aspectos financieros de reservar, reprogramar y realizar un seguimiento de su desarrollo, una manera fácil de mantenerte a la vanguardia y aliviar el estrés.

Recuerda el Yoga

Sé paciente contigo mismo a través de cada éxito y frustración en el camino. Tu carrera como profesor de yoga puede cambiar con cada nueva experiencia, y reemplazar los sentimientos de frustración con reconocimiento y consideración puede facilitar el viaje. Este puede ser un momento para volver a los Yamas y Niyamas del yoga y recordar que has elegido este camino por el yoga, no por el dinero. Si tu pasión está siendo contaminada por los aspectos administrativos y comerciales, mantente abierto a opciones para revitalizar tu práctica y seguir la alegría.

 

Si bien los asuntos de dinero pueden ser un dolor de cabeza al principio, permítete el espacio y el tiempo y podrás comenzar a encontrar más instintos que puedan disminuir el estrés. Mantén la calma y, como siempre, inhala y exhala.

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